Análisis publicado 48 horas antes de la instauración del Estado de Alerta Sanitaria en España para evitar el contagio del “Coronavirus COVID-19”.

Barcelona, 12 de marzo del 2020.-  La red de distribución de los vehículos siempre ha sido sinónimo de concesionario. Sin embargo, año a año, se han ido sumando nuevos formatos: tiendas en centros comerciales, espacios en aeropuertos y estaciones de tren, tiendas itinerantes, mini tiendas en centros urbanos. Y la venta digital por medio de grandes MarketPlaces como Amazon, portales especializados, o iniciativas de los propios fabricantes. 

La distribución de los automóviles es un abanico de canales, como vemos, pero vamos a centrarnos en los concesionarios y su futuro. ¿Llegarán a desaparecer físicamente para ofrecer los mismos servicios en una experiencia virtual en 3D, por ejemplo?. ¿En la era del coche autónomo la posesión del mismo será una opción, y se acercará más a un servicio?. ¿Dejaremos de tener en propiedad coches y sólo con un click en el móvil podremos disfrutar de cualquier marca?. Son las cuestiones que se irán despejando en los próximos 15 a 20 años. O quizás todo se acelere.

Faconauto, la patronal de los concesionarios, es una organización muy activa que celebra numerosos eventos de conocimiento y debate. Sus previsiones son muy claras respeto a las preguntas que nos hemos planteado:

  • Los concesionarios tendrán que transformarse. Importancia de la formación en los concesionarios. Aseguran que el modelo de venta cambiará de forma drástica ya que tendrán que invertir muchas horas para explicar al cliente cómo funciona la tecnología de su vehículo. 
  • El concepto de propiedad cambiará. En el análisis que se presenta se hace referencia a la movilidad compartida y a la tendencia de los consumidores de optar por el pago por servicio. 
  • El aumento del coste de los vehículos conectados. No se refiere directamente al precio único del vehículo sino que hace hincapié en que, probablemente, la tecnología del coche necesite de una renovación y actualización constante. Por ello, se debe de afrontar el reto de la gestión de los datos, el pago del roaming, la privacidad del conductor o el pago de un coste fijo.  

Podemos estar de acuerdo o no con estas previsiones de futuro. Pero lo primero que deberíamos tener en cuenta es si bajará o subirá la producción mundial de vehículos en el nuevo contexto tecnológico. Hay estimaciones que colocan el número de matriculaciones en Europa podría crecer un 34% hasta 2020, de 18 a 24 millones de unidades. Y en EEUU un 20%, hasta los 21,6 millones de vehículos. En China sí se prevé un incremento, tanto de las matriculaciones, un 30% más hasta los 35 millones, como del parque de vehículos que alcanzará los 275 millones de coches en 2030.

Mientras tanto nueva Ley de Distribución 

Dejamos el futuro lleno de incertidumbres, imprevistos (“coronavirus”), y vertiginosos avances tecnológicos para el sector de la automoción.  La realidad de los concesionarios hoy no es atractiva, porque han perdido 900 empleos en el último ejercicio. Faconauto quiere cambiar la situación crítica de los concesionarios y solicita un nuevo marco jurídico con tres aspectos “innegociables”: un fondo de comercio para proteger los concesionarios ya consolidados en una zona; que las marcas sean las responsables de indemnizar al personal de la concesión en caso de cancelación unilateral del contrato; y la protección de las inversiones no amortizadas.

Además de estas reivindicaciones, Faconauto se enfrenta también a la exigencias medioambientales de Europa. Para Faconauto, existen dos maneras de actuar para los fabricantes respecto a los límites de CO2 establecidos por la Comisión Europea. La primera de ellos es trabajar de forma conjunta con sus redes de distribución para cumplir con la media de 95 gramos y evitar las sanciones. La segunda es “trasladar el problema hacia abajo, fijando cuota de ventas de cada tecnología”. El segundo caso es el que “mayoritariamente” se está produciendo, “penalizando directamente o quitando remuneración variable si no se alcanza el objetivo”. Para el presidente, bajo ninguna condición se debería trasladar la multa a las redes comerciales, porque venden los productos que les son suministrados. Para cumplir con los objetivos, las marcas primarán más la venta de los vehículos menos contaminantes a través de incentivos a sus concesionarios; y también limitarán los descuentos disponibles para algunos motores, especialmente los de gasolina.

En definitiva, los cambios en la distribución de los automóviles irán subidos a las transformaciones tecnológicas, más o menos disruptivas. Es complicado pensar en comprar un automóvil sin tocarlo y probarlo. Y lejano podría parece el coche digital (autónomo o conectado), pero insisto en que todo se puede acelerar y no debería pillar por sorpresa a todas las empresas que trabajamos a lo largo de la cadena de suministro. 

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